Concepto y funcionamiento de los modelos grandes de lenguaje (LLM)
La tecnología te afecta
Cuando usas una tecnología, tu cuerpo, tu organismo lo resiente. Piensa un poco: ¿Qué conductas tenías antes de usar WhatsApp? ¿Qué pasaría con tu cuerpo si tuvieras que desplazarte a pie o en bicicleta en lugar de un coche o un autobús? ¿Qué pasaría con tu memoria si no tuvieras registrados los números telefónicos en tu celular?
“Todos los artefactos del hombre, el lenguaje, las leyes, las ideas, las hipótesis, las herramientas, las computadoras, la ropa, son extensiones de nuestros cuerpos físicos.”
De acuerdo al filósofo canadiense de la tecnología, Marshall McLuhan, el hombre posee dos naturalezas:
Naturaleza primaria: su cuerpo, su físico, su organismo
Naturaleza secundaria: las tecnologías que crea para amplificar su naturaleza primaria. Por ejemplo la rueda, que es una extensión de sus piernas.
De esta forma, la tecnología no se refiere solamente a aparatos, sino a todas aquellas extensiones de la naturaleza primaria del hombre, ya sean máquinas o no.
Según Hans Haas en su libro “The Human Animal”, desde el punto de vista evolutivo, este poder de ampliarnos implica consecuencias insospechadas:
“Un artefacto humano no es simplemente un instrumento para trabajar sino una extensión de nuestro cuerpo a partir de órganos artificiales a los cuales, en mayor o menor grado, debemos nuestra civilización.
Esto es un riesgo, porque los seres humanos no contamos con medios biológicos o psicológicos para hacer frente a los efectos de nuestro propio ingenio técnico en la creación de nuevos órganos.”
Hace medio millón de años, cuando la humanidad comenzó el camino hacia el avance cultural, surgió una situación completamente nueva: El uso de instrumentos y el control del fuego introdujeron artefactos que no tenían relación alguna con el cuerpo humano y, por lo tanto, no podían integrarse en el funcionamiento del cerebro.
El cerebro humano no esté desarrollado para adaptarse a las nuevas circunstancias surgidas a cause de las tecnologías creadas por la humanidad. De hecho, estas cosas nuevas creadas por el cerebro pueden destruirnos. Y por ello, McLuhan se pregunta:
¿Cómo podemos evitar o compensar las respuestas que damos a las nuevas tecnologías y a los nuevos entornos creados por estas?
McLuhan ejemplifica lo anterior a través de un pasaje en el libro "La agresión humana" de Anthony Storr en el que éste autor observa que la mayoría de los pilotos de bombarderos no son mejores, ni peores que otros hombres. La mayoría se negaría a cumplir una orden en la que se les pidiera rociar gasolina sobre un niño para prenderle fuego. Sin embargo, esos mismos hombres, en un avión, a cientos de pies de altura, cumplirían sin remordimiento, la orden de Ianzar napalm sobre un pueblo para infligir dolor y lesiones terribles a hombres, mujeres y niños. La distancia entre él y las personas que bombardea, convierte a éstas en un objetivo impersonal: ya no son seres humanos con los cuales él pueda identificarse.
Estos pilotos de un bombardero se parecen mucho a aquellas personas que introducen cualquier nueva tecnología usando recursos y medios institucionales comunes. Ninguna de estas personas ha considerado cuál seré el impacto o el efecto de la implementación de dichas tecnologías.
No obstante, aparte de las consecuencias obvias del uso de bombas desde un avión, también se presentan consecuencias en el hombre mismo que utiliza dichas tecnologías.
Cualquier nuevo entorno, creado por las tecnologías humanas, por ejemplo el surgido a partir de los ferrocarriles o automóviles, o el telégrafo o la radio, modifica profundamente la propia naturaleza e imagen de las personas que los usan. Los cambios radicales de identidad que ocurrieron en breves intervalos de tiempo a partir de tecnologías de la información han demostrado ser más mortíferos y destructivos para los valores humanos que las guerras libradas con armas.
La alteración de la identidad humana por nuevos entornos surgidos a partir de Ias tecnologías de la información ha dejado a poblaciones enteras sin valores personales o comunitarios en un grado que excede con mucho los efectos de la escasez de alimentos, combustible y energía.
Debemos sobrevivir a este ambiente que los propios seres humanos hemos creado.
Como un comienzo, McLuhan sugiere que nos hagamos Ias siguientes preguntas ante cualquier nueva tecnología que aparezca en nuestras vidas:
¿Qué mejora o amplía la tecnología?
¿Qué vuelve obsoleto?
¿Qué recupera o trae de un pasado lejano? (probablemente algo que fue desechado antes).
¿En qué revierte esta tecnología cuando se le empuja hasta sus límites?
Ejemplos de las leyes de McLuhan
La cámara fotográfica.
Amplifica el ojo humano.
Vuelve obsoleta la privacidad y la imaginación personal (no necesitamos reconstruir visualmente)
Recupera el pasado.
Revierte lo privado en dominio público y se vuelve memoria. Por ello, se crean leyes y reglamentos en el use y difusión de imágenes de carácter privado. (Ley Olimpia)
El reloj
Amplifica el trabajo pues permite la organización y administración.
Vuelve obsoleto el ocio, la pérdida de tiempo.
Recupera: La historia mediante el use de cronologías
Revierte en control, en esclavitud, en la sensación de eternidad cuando percibimos que pasa lento. Por ello, los fines de semana no ponemos la alarma del celular para despertarse, ni consultamos el reloj para condicionar nuestra conducta.